Al parecer el apetito por el dinero ha hecho que se olvide que la vida en este planeta depende del agua, de la tierra y del aire. Los proyectos minero energéticos olvidan este principio y la lógica del capital se impone a otras lógicas como la ambiental y la social. Supuestamente todo se puede compensar, mitigar, pero la mayoría de poblaciones ribereñas tienen fuertes lazos culturales que los ríos ¿Cómo compensar esto? ¿Cómo ponerle precio a una cultura?
En el caso del proyecto Pescadero Ituango los cañoneros perderán su cultura, sin contar con los graves impactos ambientales y por tanto culturales aguas abajo de la presa, el río Cauca vera disminuidas sus aguas y en época de lluvias serán más grandes las inundaciones, que hoy según Caracol Radio (20 de diciembre de 2011) afecta sólo en el municipio de Caucacia a 20.000 personas. Se ha pensado en el desastre natural que vivirán estas comunidades cuando este la represa Ituango. ¿A caso EPM Ituango ha informado a todos los municipios del Bajo Cauca de lo que ha ocurrido en otras represas como la de Urra, tan cercana, en términos de las inundaciones e impactos ambientales?
Si para algo debe servirnos la oleada de damnificados por el invierno es para pensar en la importancia de NO realizar obras que afecten el curso natural de los ríos y ciénagas por más dinero que arrojen no se podrán resarcir sus daños.