Comunidades afectadas por la represa Hidroituango conmemoran las masacres y desapariciones en la zona impactada
El Movimiento Ríos Vivos Antioquia se reunirá en Ituango para la conmemoración “Cañoneros y cañoneras contra el olvido”, donde exigirán que se acelere la búsqueda de personas desaparecidas en los municipios afectados por el proyecto de Hidroituango.
Según el Observatorio de Memoria y Conflicto del CNMH, desde 1958 hasta la fecha se presentaron 110 masacres y 2.435 personas desaparecidas en los 19 municipios afectados por Hidroituango.
Las comunidades denuncian que, tras el llenado del embalse, el río Cauca cubrió lugares donde podrían estar los cuerpos de cientos de personas desaparecidas.
La memoria de los 19 municipios afectados por las obras, inundaciones y crecientes súbitas generadas por Hidroituango, en Antioquia, está en riesgo. Desde abril pasado, una creciente del río Cauca generó una emergencia ambiental y humanitaria que aún no se resuelve. Decenas de personas que vivían en las riberas tuvieron que abandonar sus casas, y se ordenó el llenado del embalse de manera urgente. Esto profundizó una problemática que desde el 2011 venía denunciando el Movimiento Ríos Vivos Antioquia: bajo el agua quedaron fosas comunes y sitios de enterramiento, en donde podrían estar los cuerpos de cientos de desaparecidos del conflicto armado colombiano.
Los días 1 y 2 de noviembre, los miembros de Ríos Vivos Antioquia se reunirán en Ituango para conmemorar su lucha y seguir exigiendo los derechos que, insisten, les están vulnerando con la construcción de este megaproyecto. Harán un llamado a la defensa de la vida, porque este año han asesinado a dos de sus miembros: Luis Alberto Torres y Hugo Albeiro George Pérez y otros han recibido amenazados; a la tierra, porque muchos se tuvieron que desplazar por la construcción de la megaobra; al trabajo, porque algunos han tenido que dejar la pesca y el barequeo; a la cultura, porque aseguran que se perdió la relación ancestral con el bosque y el río; a la libertad de asociación y a la expresión, porque dicen que han sido estigmatizados, señalados y discriminados; y a la verdad, porque insisten en que la construcción de la represa obstruye la posibilidad de exhumnar los cuerpos y las investigaciones de la Fiscalía van muy despacio.
Según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1958 y 2018 se presentaron 110 masacres y 2.435 personas desaparecidas en los municipios de la zona de influencia de Hidroituango, entre ellos: Santafe de Antioquia, Liborina, Olaya, Buriticá, Sabanalarga, Peque, Toledo, Briceño, San Andrés de Cuerquia, Yarumal, Ituango, Valdivia, Tarazá, Cáceres, Briceño, Caucasia y Nechí, en Antioquia. Un gran número de esas víctimas, fueron arrojadas en el cañón del río Cauca en medio de las confrontaciones entre los frentes 18, 36 y 5 de las Farc, los bloques Mineros y Metro de los paramilitares, el Ejército y la Policía.
En enero de este año, una comisión de abogados, activistas y representantes de organizaciones sociales, recorrió el territorio y advirtió que allí existían fosas comunes con los cuerpos de personas sin identificar y víctimas de desaparición forzada. Llenar la represa, explicaron los integrantes de la misión conformada por el Movimiento Ríos Vivos Antioquia y el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, causaría “la pérdida irremediable de los cuerpos de las víctimas que se presume que se encuentran en el cauce, la ribera y zonas aledañas al río”. Pero esas advertencias no fueron atendidas y la tragedia de abril aceleró el llenado del embalse.
Durante una audiencia pública en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en mayo pasado, la Fiscalía aseguró que se encontraba investigando 502 casos de desaparición forzada en esta zona (de los cuales apenas tres estaban en etapa de juicio) y señaló, además, que se habían exhumado 159 cuerpos e identificado 85. Pero, según el Movimiento Ríos Vivos Antioquia, este esfuerzo es mínimo frente al trabajo que queda por hacerse con las víctimas. Por eso, por todos los medios siguen exigiendo que avancen las investigaciones y que, de ser necesario, se desocupe el embalse. Su lucha fue reconocida en septiembre con el Premio Nacional a la Defensa de Derechos Humanos.
Esta conmemoración, llamada “Cañoneros y cañoneras contra el olvido”, arrancará el jueves 1 de noviembre con un performance en la plaza principal de Ituango y luego llegará al Líbano, junto al río Cauca, donde los participantes pasarán la noche. En ese lugar harán un ritual con barcas y velas, y se reunirán alrededor de una fogata para celebrar actividades culturales con música, poesía y cuentería. Esta, será su manera de celebrar y unir fuerzas para seguir trabajando por la memoria y la vida en su territorio.
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Laura Angélica Cerón
Periodista CNMH
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