Empresas Públicas de Medellín (EPM) inició la tala de 4.500 hectáreas de bosque seco tropical, en la zona donde se lleva a cabo el proyecto hidroeléctrico Hidroituango. La actividad ya deja las primeras víctimas pues cientos de animales han perdido su hábitat y muchos de ellos son especies en peligro de desaparecer.
De acuerdo con Isabel Cristina Zuleta, vocera del Movimiento Ríos Vivos de Antioquia, a prinicipios de 2016 la empresa inició una campaña en la que le ofreció a los campesinos de la zona talar árboles a cambio de un pago. Actualmente hay cerca de 200 personas en esta actividad, situación que ha generado confrontaciones entre quienes aceptaron la propuesta de EPM y quienes están preocupados por pervivencia de los animales y del bosque.
La empresa argumenta que requiere talar las 4.500 hectáreas para llenar el embalse del proyecto hidroeléctrico, desconociendo que el Bosque Seco Tropical es un ecosistema del cual solo queda el 8% de las 9 millones de hectáreas que existían en Colombia, según reportó el libro Bio Diversidad 2015 del Instituto Alexander Von Humboldt.
«Teniendo en cuenta que el Bosque Seco Tropical constituye un porcentaje muy pobre de las áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (…) es imperante establecer estrategias integrales para su gestión», dice la publicación, que agrega que «la mayoría de sus áreas están expuestas», cuando allí viven aproximadamente 2.600 especies de plantas, al menos 230 de aves, 60 de mamíferos, de las cuales 119 especies animales son endémicas.
Esta situación además afecta a las comunidades teniendo en cuenta que si no hay árboles, los pobladores se verían obligados a desplazarse pues en esa zona del país es imposible vivir sin sombra, y además el bosque es necesario para la actividad que realizan milenariamente las familias, según afirma Zuleta.
Desde el Movimiento Ríos Vivos, se señala que la situación es preocupante debido a que en Toledo se inició la tala y ya han empezado a migrar las especies hacia la parte alta de la montaña. Aunque la comunidad ha realizado las respectivas denuncias a las autoridades ambientales entre ellas, Corantioquia, el Ministerio de Ambiente, la alcaldía y la Fiscalía General de la Nación, estas no han actuado pues dicen que el plan ambiental de EPM es uno de los mejores respecto a este tipo de proyectos.