El cauce milenarío que recorre a Colombia de sur a norte irrigando el departamento del Cauca, Valle del Cauca, Risaralda, Caldas, Antioquia, Sucre y Bolívar era conocido por los pueblos y comunidades indígenas ancestrales como el Bredunco y que luego se denominó Río Cauca rememorando al cacique Cauca que habitó esta zona.
Este majestuoso río es el segundo más importante para Colombia después del Yuma, representa el 5% del territorío nacional y es vital para los departamentos del Valle del Cauca, Caldas y Antioquia, nace cerca de la laguna del Buey en el Macizo Colombiano en donde también lo hacen el río Magdalena y el Caquetá. Sobre sus riberas, a pocos kilómetros de su nacimiento, se asentó una gran ciudad llamada Popayán; luego es represado en el municipio de
Buenos Aires y Suárez en el departamento del Cauca con la hidroeléctrica La Salvajina; con una extensión de 31 km y diseñada para generar 270 megavatios (MW), o La Salvajada como la denominan las comunidades afectadas debido a los fuertes impactos y conflictos que se han generado desde los inicios de su construcción en la década de los 80 por lo cual miles de personas fueron desplazadas forzosamente. A finales de la década de los noventa estas comunidades se organizaron para evitar un nuevo desplazamiento y pérdida de sus medios de vida, lograron detener el Proyecto de Desviación del Río Ovejas a La Salvajina (Proyecto DROES) que buscaba repotenciar la hidroeléctrica pero privando a las comunidades ancestrales del acceso al agua y a sus actividades tradicionales de subsistencia.
El río Cauca entra a Antioquia por el suroeste y recorre los municipios de Caramanta, Valparaiso, La Pintada, Támesis, Fredonia, Jericó, Tarso, Venecia, Salgar, Concordia, Titiribí y Betulia; continúa por el occidente bañando los municipios de Armenia, Ebéjico, Anzá, Soparán, Santa Fé de Antioquia, Olaya, Buriticá, Liborina, Sabanalarga y Peque; se convierte en un profundo y hermoso cañón en la región norte en los municipios de Toledo, Briceño, Ituango y Valdivia para descender hasta el Bajo Cauca antioqueño pasando por Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí. Un total de 30 municipios ribereños componen en este departamento la cuenca hidrográfica; sin embargo, las aguas superficiales de municipios vecinos concluyen también en este río como por ejemplo el río Medellín que después toma el nombre de Porce y luego de Nechí, pero es el mismo río, que hace parte como muchos otros de la cuenca hidrográfica del gran Río Cauca o Patrón Mono como lo llaman las y los barequeros del Cañón del Cauca en Antioquia. Finalmente atraviesa la subregión del Bajo Cauca pasando por Caucasia en Antioquia, San Jacinto del Cauca en el departamento de Bolívar, la localidad de Guarandá en el departamento de Sucre y nuevamente en Bolívar por Achí y Magangue en donde desemboca en el Magdalena.
Lamentablemente este gran río lo intentan seguir obstruyendo en Antioquia con la represa Cañafisto, Hidroespiritusanto e Hidroituango; este último proyecto obtuvo licencia ambiental en el año 2009 por lo que Empresas Públicas de Medellín (EPM) y la Gobernación de Antioquia iniciaron las Obras de desviación para construir un embalse de 79 kilómetros y 2.400 MW, que hasta ahora ha contado con 23 modificaciones en su Licencia Ambiental y que implican la ampliación del área de impacto, aumento del número de afectaciones y afectados; este proyecto ha estado generando constantes violaciones a los derechos humanos en una población que en su mayoría ha sido víctima del conflicto armado; en los 12 municipios que dice afectar el proyecto se han perpetrado 62 masacres la última de ellas ocurrida en octubre de 2015, a lo anterior se le suman los incesantes asesinatos selectivos que han sembrado zozobra e intranquilidad en los habitantes del cañón por décadas.
Desde su nacimiento hasta su desembocadura el Bredunco recorre 1350 kilómetros, la región y muchos de sus municipios asentados en sus riberas deben a esta cuenca el auge económico y esplendor; sin embargo, este mismo auge es responsable de una gran deuda histórica y de pasivos ambientales y culturales que deben ser reparados. En innumerables ocasiones han terminado en el río diferentes tipos de vertimientos contaminantes provenientes de grandes centros urbanos como Popayán, Cali y Medellín, pero también desechos tóxicos de la industria del cemento y plantas de asfalto, también de la minería de oro de Marmato, Buriticá y de todo el río Nechi en Antioquia, la industria azucarera en el Valle del Cauca también es responsable del vertimiento de insumos químicos agrícolas que fluyen hacia la cuenca y de la desaparición de las aguas del río Bolo un afluente importante del río Cauca; asimismo, la presión de más de 10 millones de personas que vierten sus aguas domésticas y los lixiviados de sus basuras aI río hacen que este sea considerado por muchos como el más contaminado de Colombia. Estos vertimientos y la construcción de represas que conllevan la desaparición de decenas especies de río y la destrucción del Bosque Seco Tropical deben detenerse y repararse.