El Movimiento Ríos Vivos presentó, ante el Consejo de Estado alegatos de conclusión en el marco de la acción de Nulidad simple; interpuesta el 27 de marzo del 2017, contra la Licencia Ambiental otorgada al megaproyecto energético Hidroituango. Dicho proceso judicial transita por su etapa final, pero ha representado un esfuerzo colectivo donde la persistencia de las comunidades que han sido víctimas de este megaproyecto ha mantenido en alto la exigencia de la garantía de los derechos, a pesar de las barreras institucionales y políticas que existen para el acceso eficaz y oportuno a la justicia.
Estos alegatos se fundamentan en los siguientes cargos
Desconocimiento de la normativa en la que debe fundarse la licencia ambiental.
No se cumplió con el ordenamiento jurídico vigente sobre participación efectiva e incluso, a pesar de la movilización y recomendación de las entidades de control no se garantizaron escenarios de información y participación acorde con las dinámicas del territorio.
Desconocimiento del vínculo estrecho entre la protección de los bienes naturales y la diversidad cultural, teniendo en cuenta que no se tomaron las acciones pertinentes para la protección del tejido cultural que se forja en torno al Río Cauca desde hace miles de años y que ha sido reconocido hoy como cultura cañonera.
Expedición irregular y desconocimiento del procedimiento legal para el otorgamiento de la licencia
Falta de concordancia en la definición de las Áreas de Influencia Directa e Indirecta.
Múltiples modificaciones y sanciones que dan cuenta de la inobservancia de los principios de prevención y precaución
Faltas en el seguimiento de las medidas de manejo ambiental.
Ante las graves vulneraciones al ordenamiento jurídico, el Consejo de Estado tendrá a su decisión determinar un importante precedente judicial precisando el cumplimiento de la garantía de los derechos fundamentales de las comunidades que en medio de la ejecución de megaproyectos y del conflicto armado se han visto despojadas de sus derechos fundamentales y que sin embargo continúan en la constante labor de cuidar y proteger los territorios desde el trabajo local comunitario, garantizando así condiciones de vida digna. Las comunidades articuladas en el Movimiento Ríos Vivos esperan una decisión en derecho, una decisión donde prevalezcan y se rescaten los principios de la justicia, un avance hacía un cambio de paradigma, una decisión acorde con nuestra constitución ecológica, una decisión que resulte fundamental para la justicia ambiental, desde la cual se haga historia frente a uno de los conflictos socio-ambientales más graves del país.
El desarrollo y participación en este proceso nos ha permitido corroborar las enormes dificultades y retos que enfrentamos las comunidades y las víctimas para el acceso a la justicia, en un escenario de disputa por la verdad, donde hacer ver la realidad de la vulneración de derechos se diluye entre los formalismos y la despiadada actuación de las entidades demandadas que sólo persiguen defender intereses económicos en contra de los derechos de quienes habitamos los territorios.
Como Movimiento Ríos Vivos manifestamos que no cesaremos en nuestra búsqueda constante de escenarios de justicia ambiental, social, climática, energética, ecológica, hídrica y alimentaria que puedan garantizar las permanencias dignas en los territorios, así como escenarios de reparación integral social y ambiental frente a las violencias sistemáticas que se ejercen en el marco de la imposición de un modelo minero-energético y de desarrollo insostenible para la nación.
¡Aguas para la vida no para la muerte!
#HidroituangoNuncaMás # HidroituangoUnDesastre #DesmantelenHidroituango