Las denuncias sobre los múltiples abusos y los muchos descontentos de las comunidades con el proyecto Hidroituango, el tema minero inicio por mostrarnos el sometimiento de las comunidades a los intereses del proyecto, los desalojo, las mentiras, los engaños fueron narrados por las voces de los protagonistas, el reclamo por recuperar un territorio que históricamente les ha pertenecido, era la voz dominante, «nos quitaron el derecho a bañarnos en el río», decía una minera ancestral mientras narraba como se derrumbo la vida tal cual la conocía, después del desalojo.
Pero poco duro la jornada de reflexión, el rumor de la cercanía de la fuerza pública era cada vez mayor, no tardamos en saber que el ESMAD se encontraba muy cerca al lugar de reunión y el miedo y la angustia se apoderaron de los asistentes, decidimos permanecer en la vía, defendiendo nuestro derecho a prostestar pacíficamente y esperarlos con nuestras banderas de paz, un gran grupo se abrió paso entre la gente con pasos firmes y sus armas y armaduras listas, en posición desafiante, a su lado caminaban otro grupo que filmaba y tomaba fotos a todos los asistentes y al desfile de intimidación y demostración de poder, nosotros, los que defendemos el territorio, permanecimos quietos, mirando su desfile. Pronto nos dimos cuenta que otro grupo se había quedado en la vía, antes de nuestro lugar de encuentro, también sabemos que hombres del ejercito rodean en este momento nuestro campamento, nos sentimos intimidados y asediados, pero hemos decidido permanecer en este lugar y defender nuestro derecho a una protesta pacifica.