El alcalde electo de Ituango, Edwin Mauricio Mira, se negó a recibir a delegación española y puso en duda el origen de los recursos oficiales con los que se financia el programa de acogida temporal del gobierno español para líderes y defensores.
Por tres meses estuvo radicado en Madrid el líder campesino y defensor de derechos humanos y ambientales Genaro Graciano. En este tiempo recibió formación y realizó incidencia en más de cinco países de Europa ante sociedad civil, gobiernos, parlamentarios, organismos multilaterales como la ONU. Estas importantes labores de diplomacia ciudadana las desarrolló en nombre del proceso de comunidades afectadas por Hidroituango organizados en el Movimiento Ríos Vivos de Colombia. A su regreso lo acompañaron al territorio una importante delegación de organizaciones internacionales y parlamentarios europeos que con el fin de conocer de cerca la realidad del riesgo que viven los defensores acogidos y hacer incidencia ante las autoridades nacionales, departamentales y locales se encontraron no sólo con las puertas cerradas de la institucionalidad local, la única de que se negó a escuchar la delegación, sino que además aumentó el riesgo del líder al poner en duda los recursos de viaje. Esto hecho es de suma gravedad para nosotros como colectivo pues aumenta el riesgo de señalamientos y busca restar legitimidad en las labores de liderazgo. Además, desconoce el nuevo alcalde sus obligaciones de protección y garantía para la defensa de los derechos humanos y mucho más con el reciente acuerdo de Escazú firmado por el Gobierno Nacional sobre la obligatoriedad de generar un ambiente propicio para la defensa de los derechos ambientales.
Esperamos ser recibidos con prontitud por el alcalde a quien inmediatamente posesionado solicitaremos de manera formal una reunión con el fin de aclarar toda esta situación.
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