Para los propietarios de las tierras que son de interés para el proyecto hidroeléctrico Ituango, es motivo de preocupación el hecho de que después de dos años de la declaratoria de utilidad pública de sus predios, no se les haya dado a conocer de manera clara y abierta por parte de la empresa, los criterios de negociación; los cuales se encuentran incluidos en el manual de valores unitarios, que por demás desconoce aspectos tan importantes como los agregados culturales, la tradición y el arraigo, a la hora de fijar el valor de un predio.
La falta de acceso a la información y el hecho de que las negociaciones no se den en las mismas condiciones para todos los propietarios, genera además de desconfianza, rechazo por parte de los mismos, ya que el valor de la hectárea que ha sido negociada por la empresa en la zona ha variado de un propietario a otro en más de tres millones pesos, razón por la cual los propietarios se sienten engañados por la empresa y obligados a realizar un negocio en condiciones abiertamente desventajosas para ellos. El hecho de no poder negociar sus predios basados en el avalúo comercial de la hectárea en la zona, que está muy por encima de los valores fijados en el manual de valores, y el no poder elegir a quién se le vende, habla de la imposición de condiciones desfavorables, donde los criterios de relacionamiento expuestos por Hidroituango y EPM de claridad, apertura, concertación y respeto por las comunidades afectadas, su cultura, economía y arraigo, no se evidencian.
Demandamos por parte de EPM la realización una reunión con los propietarios de la zona de influencia para tratar este tema, ya que como están planteadas las cosas vamos a quedar como todos los afectados de represas en el país y el mundo, sin tierra, estabilidad y forma de producir.
¿Los impactos indirectos son menos graves?
La vocación económica del municipio de Ituango, ha sido históricamente, agrícola (fríjol, maíz, caña) y pecuaria (ganado, cerdos y especies menores); debido al conflicto social y armado que padece la zona desde hace aproximadamente 40 años, su producción se ha reducido en un 70%, generando la pérdida de la soberanía alimentaria, la dependencia de mercados externos y el consecuente encarecimiento del costo de vida.
Además del tema de la violencia, ha contribuido con esta problemática, el desplazamiento de mano de obra agrícola hacia otros sectores como los cultivos de uso ilícito, los grupos armados legales e ilegales, y recientemente, las obras de infraestructura relacionadas con la adecuación de vías y comienzo de obras de la represa, aspectos que reconfiguran los usos y tenencia tradicional de la tierra en la zona de influencia.
En esta coyuntura organizaciones campesinas, de mujeres y demás organizaciones de base presentes en la zona, venimos trabajando desde hace varios años en la recuperación de la producción y con ella la garantía de permanencia en el territorio con dignidad, es por esto que vemos con mucha preocupación que el tema de los impactos indirectos que tienen que ver con las posibles modificaciones clima y condiciones de producción posteriores a la construcción de la represa no sea un tema de investigación seria y profunda por parte de los responsables de esta megaobra.
Los productores agropecuarios de la zona de influencia del proyecto queremos conocer las investigaciones que en este campo ha realizado EPM, de forma que nos podamos preparar para la producción una vez se construya la represa y podamos garantizar la producción que hoy se tiene en la zona.