Señora:
Dolly Montoya C.
Rectora
Universidad Nacional de Colombia.
Cordial saludo.
El Movimiento Ríos Vivos es una organización de base social y ambiental conformada por comunidades de las subregiones del occidente, norte y bajo Cauca en el departamento de Antioquia. La organización agrupa a barequeros (mineros ancestrales y artesanales) pescadores, agricultores, mujeres y jóvenes todas y todos afectados por el megaproyecto hidroeléctrico HidroItuango. Desde hace más de 11 años venimos exigiendo nuestros derechos y denunciando las violaciones que todos los actores institucionales y armados, legales e ilegales han cometido en nuestra contra.
Nuestras acciones de defensa del territorio han ocasionado que seamos estigmatizados por funcionarios de la empresa Empresas Públicas de Medellín – EPM, perseguidos por las administraciones municipales de la zona, al punto en el que estos discursos de odio generaron que un alcalde disparara su arma de fuego en contra de la vivienda de un integrante del Movimiento, que los grupos paramilitares de la zona nos hayan amenazado con la frase textual “por oponerse al desarrollo” hasta el momento más de 63 integrantes del Movimiento hemos recibido amenazas directas, más de 20 en varias ocasiones, cinco amenazas colectivas e innumerables injurias por redes sociales. A estas se suman ahora desafortunadamente la de profesores y al parecer estudiantes de la Universidad Nacional sede Medellín que, mostrando aparente respaldo a terceros, nos injurian y calumnian.
El contexto y los discursos de odio que enfrentan los defensores de derechos humanos y especialmente las defensoras del medio ambiente no se quedan sólo en el daño a nuestro buen nombre y dignidad, si no que impulsan a que en ocasiones de forma directa o de respaldo actores violentos, se pase a agresiones en contra de los integrantes de Ríos Vivos, como ya ha ocurrido mediante ataques con explosivos e intentos de desaparición forzada. Siendo lo más grave de esta persecución la pérdida de la vida, pues seis integrantes de Ríos Vivos han sido asesinados, hechos ocurrido en su mayoría en los municipios de Briceño y Valdivia, donde se presenta la situación más crítica de riesgo para ejercer la protesta social, la organización social y comunitaria, el derecho de reunión y la libertad de expresión
La organización Global Witness ha destacado que Colombia es el país del mundo más peligroso para las y los defensores de la tierra y el ambiente, como es en nuestro caso.
El contexto de violencia y confrontación de nuestra región no es fácil señora rectora, en el territorio hacen presencia múltiples grupos armados que se disputan el territorio, entre los que se encuentran: las AGC, los Pachelis, los Mesa, los Caparrapos, el ELN, las disidencias de las extintas FARC de los Frentes 18 y 36. A los anteriores se les suma la fuerte presencia de la Policía, el Ejercito y seguridad privada tanto de EPM como de la Mina Buriticá de Continental Gold, quienes también son responsables de graves violaciones a los derechos humanos.
Lo anterior ha generado que el Movimiento tenga que buscar la protección de organismos nacionales e internacionales con el fin de salvaguardar la vida e integridad física de sus integrantes para poder continuar con la labor de defensa del territorio, es por ello que hemos iniciado procesos judiciales y administrativos en el país con el objetivo de que el Estado adopte medidas para evitar la estigmatización y señalamiento que impulsan los ataques en contra de líderes sociales y de las comunidades. Así mismo el Movimiento cuenta con medidas de protección colectivas derivadas de un estudio de valoración del riesgo colectivo, que lo califica como extraordinario por la entidad competente del gobierno nacional.
El derecho a la libertad de expresión no llega hasta donde se ponga en riesgo la vida de las personas, la destrucción de las comunidades y el buen nombre de nuestra organización, consideramos por ello que la Universidad Nacional está siendo usada para realizar estigmatizaciones que pueden considerarse hechos de injuria y calumnia, además de fundamentar discursos de odio que ponen en riesgo a todos y cada uno de los integrantes del Movimiento Ríos Vivos.
Situación que no solo es contra nosotros, señora rectora queremos ponerla al tanto que este es un comportamiento reiterado de ataques en contra de procesos de defensa de la naturaleza y ambientalistas en Colombia, como tampoco es una situación que haya dado en los últimos días, desde hace muchos años padecemos de la grosería, el irrespeto, los señalamientos, la estigmatización, la apología al linchamiento de un profesor de la Facultad de Minas de la sede Medellín de la Universidad Nacional, el mismo que ahora impulsa a otros integrantes de su gremio de denigrar contra nosotros los ambientalistas y las comunidades que conformamos. Estos discursos de odio han llegado al punto de llamarnos a todos los que nos oponemos a la minería a gran escala y a las represas Yihadistas ambientales[Artículo periodístico], que se traduce en señalarnos de “terroristas” ambientales, lo que hoy en Colombia significa ponernos una lápida encima.
A raíz de esta situación y en vista de que conocimos de una carta (Carta) con los logos de la Universidad Nacional fue dirigida a la administración municipal de Valdivia, en la que se solicitaba todas las bases históricas de los barequeros, a nombre de un proyecto de evaluación de las actividades económicas de la población afectada por HidroItuango y firmada por el profesor Oswaldo Ordoñez Carmona como director del proyecto, solicitamos a esa administración pública se abstuviera de entregar la información puesto que por contener información privada y de personas amenazadas revestía un carácter especial de protección, siendo más grave si se entregaba al profesor Ordoñez, quien como insistimos, permanentemente estigmatiza y lanza ataques contra los ambientalistas en general, de nosotros en particular y en especial en mi contra como vocera del Movimiento Ríos Vivos.
La respuesta a nuestra solicitud fue que el profesor publicó un video haciendo uso de sus redes sociales, donde aparece con la camiseta y logos institucionales de la Universidad Nacional, en donde realiza afirmaciones injuriosas y calumniosas sobre mi persona y con ello en contra de toda la colectividad en la que ejerzo liderazgo social, manifestaciones como:
“hace cerca de ocho años usted intimidó y amenazó a los trocheros que trabajaban conmigo en el Proyecto Hidroituango y por esa razón no me acompañaron, ese día en el trabajo que estábamos haciendo con otros ingenieros caímos en un campo minado de las FARC en Briceño, el miedo y el temor que sentí por mi vida y mi integridad jamás lo olvidaré a causa de sus intimidaciones […] usted es una persona muy influyente en sectores que odian el desarrollo de este país […] usted es una persona muy peligrosa”
Es de entender que el profesor Ordoñez hace tales ataques haciendo uso o en nombre de la Universidad Nacional, lo que pone en mayor riesgo mi vida e integridad física y la de mis compañeros y compañeras del Movimiento Ríos Vivos, mucho más cuando en este momento grupos al margen de la ley están volviendo a sembrar minas antipersonales en el territorio y la confrontación es creciente entre grupos paramilitares y disidencias de las FARC, la sola mención a este tema incrementa injustamente nuestro riesgo.
No tenemos nada que ver con campos minados, tampoco con amenaza a persona alguna, desconocemos la situación que narra el profesor, pero el hecho de que nuestro territorio padezca el flagelo de la guerra no le da derecho de usar el nombre de la Universidad Nacional para invitar a más confrontación, a más violencia en contra de nosotros como líderes sociales. Hemos impulsado y participado de los procesos de desminado humanitario en Briceño, a título personal (Isabel Zuleta) y como opción de vida para la paz siempre apoyaré este tipo de procesos, lo que no implica que tenga relación con ningún actor armado, cualquier señalamiento en ese sentido es completamente falso.
Es inconcebible que un profesor de esta prestigiosa universidad no sepa que en Colombia son miles los asesinatos de líderes sociales, sólo en lo corrido del año han perdido la vida 226 líderes y defensores de derechos humanos, con tristeza hacemos responsable a la Universidad Nacional como institución y al profesor si se dan amenazas, ataques o persecuciones en nuestra contra derivadas de esta lamentable situación.
Por lo anterior solicitamos:
- Una rectificación pública de su parte como máxima autoridad de la Universidad Nacional de Colombia.
- Se de apertura y trámite urgente a una investigación disciplinaria en contra del profesor Oswaldo Ordoñez.
- Se nos informe de las medidas de protección, cuidado y custodia de los datos e información personales que de las comunidades han recolectado, el tipo de trabajo que están realizando, de todos y cada una de las personas involucradas en el proyecto aludido con sus respectivas hojas de vida, quien contrata y paga la investigación y copia de dicho contrato.
- Se preste toda colaboración a las autoridades competentes que conozcan de las denuncias disciplinaria y penal que interpondremos ante las autoridades competentes.
Artículo periodístico: Docente paisa responde e insiste en que hay «yihadistas ambientales» en el Tolima
Carta: Solicitud de información de barequeros inscritos en el municipio Valdivia