Ahora el escenario de riesgo manifiesto es que levanten la alerta roja por asuntos económicos y no técnicos, sociales y menos ambientales.
El país no puede olvidar que el muro debía estar terminado antes de que empezaran a taponar con cemento los túneles de desviación en el mes de enero de año 2018 y con ello iniciaron, como una medida de hecho y un atentado contra las comunidades, el represamiento ilegal del embalse de Hidroituango.
Las víctimas no olvidamos que en medio de la ingeniería del desespero realizaron un muro de emergencia o disque un llenado prioritario con la falsa idea de que el muro nos protege y no la cruda realidad de que el muro es uno de los grandes factores de riesgo impuestos por EPM en contra de miles de personas. Este llenado se dio entre las cotas 380 a 418 sin los estándares internacionales que nos den seguridad, a partir de allí supuestamente volvieron a hacerlo bien hasta el día de hoy que dicen haber terminado ¿y el pedazo que quedó mal que? ¿No debieron, si realmente pensaran en las comunidades, evacuar las aguas, bajar el muro y hacerlo bien, de forma segura? Nos hablaron de la impermeabilización como la medida para corregir este grave error del llenado prioritario pero está medida era condición de calidad para el muro sin este factor de riesgo, lo que nos da la certeza de afirmar que nos siguen mintiendo para generar falsas seguridades que no existen.
Con bombos y platillos EPM anuncia la terminación del muro y a la vez pide a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres UNGRD que se disminuya el nivel de alerta de roja a naranja en Puerto Valdivia, esto según ellos para dar vía libre a que las familias, que aún tienen la orden de evacuación, vuelvan a sus hogares. IRRESPONSABLE solicitud considerando que aún persisten grandes riesgos para nosotros.
Además del muro en sí mismo y su llenado prioritario está la Galería Auxiliar de Desviación GAD, de dos compuertas sólo se ha cerrado una y el sistema de descarga de fondo que se debe taponar con concreto aún no lo han hecho.
Por otra parte, el túnel derecho, el que ocasionó la inundación el 12 de mayo en la que perdimos todo y aún nos genera pesadillas, sigue tal cual y en cualquier momento se puede destaponar. Hay que anotar que, en este momento con el embalse lleno, ese túnel está soportando una carga de 37.000 toneladas. Lo anterior sin contar con la ausencia de certeza sobre la estabilidad de toda la obra. De manera que bajar el nivel de alerta es peligroso, arriesgado e irresponsable, sería un nuevo atentado en nuestra contra ya no de EPM sino del gobierno de Iván Duque.
La UNGRD no puede basar la disminución de la alerta en estudios producidos por EPM sobre la estabilidad del macizo, menos en la terminación de un muro en las condiciones ya señaladas, lo que observe el ojo interesado de la empresa que construye sobre la estabilidad de las obras no puede ser sustento de ninguna decisión, menos cuando estos estudios son materia de revisión justamente porque no generan confianza, así lo determinó el Juez Penal 75 de control de garantías. La responsabilidad de la UNGRD es máxima y al reducir la Alerta está asumiendo esa responsabilidad y desligado de ella a EPM.
La tan anhelada disminución de la alerta por parte de EPM pretende generar confianza en los acreedores e inversionistas no en las comunidades, pero no nos engañan nuestras preocupaciones siguen intactas y hoy se aumentan al pensar que mucha más gente retornará sin certeza de lo que pueda ocurrir. Sobre el retorno ya EPM lo ha estado realizando por la fuerza sin condiciones a una zona aún en Alerta Roja, aduce absurdos en los que casas vecinas una está en riesgo y otra según ellos no. Sin posibilidad de trabajar en el río Cauca, con las casas y tierras destruidas por Hidroituango o por el abandono de más de un año en la angustia obligan a las personas a retornar sin que olviden humillar a la población aduciendo que no quieren retornar para que EPM los «mantenga» Nos matan poco a poco de la zozobra, de la rabia, de la injusticia, sin que veamos un Estado que nos proteja.