De la tristeza que guarda mi corazón
Conozco de un lugar, de una región, de una gran región, llena de bellos paisajes, de gente hermosa, trabajadora, soñadora, un lugar del que a pesar de tantas dificultades que hemos vivido por la violencia, los conflictos y otras cosas más, jamás hemos querido irnos, un lugar al que amamos por que es nuestra casa, nuestro hogar, somos de las riberas del Río Cauca, de las montañas que lo cobijan y de las llanuras que lo saludan.
Desde ayer, desde siempre han visto mis ojos las aguas del Río Cauca, a veces en calma, otras veces enojadas cuando llora el cielo y sus aguas crecen inundando sus laderas más cercanas. Pero nunca jamás nos echaría el Río de su lado porque sabe que pertenecemos a sus riberas, somos parte de camino para saludar, para sonreír.
Hoy me asaltan muchas dudas, me persiguen fantasmas y me hago preguntas. A qué horas aquellos que no se alimentan con los peces del Río como nosotros, aquellos que no siembran sus alimentos en estas laderas como nosotros, aquellos que no han vivido, soñado y hasta muerto en estas tierras se sienten con el derecho sobre nuestro terruño, nuestra gente, nuestro hogar. Llegaron como el ladrón sin invitación y se han llevado todo, sueños, esperanzas, tranquilidad, salud, vida. Nos están sacando del lugar que Dios nos regaló para vivir y nos están mandando sin nada sin fuerzas, sin ganas, sin ilusión, no soy una persona, soy una región ( Puerto Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Nechí, San Jacinto, y muchos más, con sus respectivas veredas y corregimientos.
Hoy me asaltan muchas dudas, me persiguen fantasmas y me hago preguntas. A qué horas aquellos que no se alimentan con los peces del Río como nosotros, aquellos que no siembran sus alimentos en estas laderas como nosotros, aquellos que no han vivido, soñado y hasta muerto en estas tierras se sienten con el derecho sobre nuestro terruño, nuestra gente, nuestro hogar. Llegaron como el ladrón sin invitación y se han llevado todo, sueños, esperanzas, tranquilidad, salud, vida. Nos están sacando del lugar que Dios nos regaló para vivir y nos están mandando sin nada sin fuerzas, sin ganas, sin ilusión, no soy una persona, soy una región ( Puerto Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia, Nechí, San Jacinto, y muchos más, con sus respectivas veredas y corregimientos.
Tengo tristeza, tengo duelo en mi corazón, tengo derecho a saber que va a pasar con nosotros, tengo derecho a saber porqué han puesto una bomba de tiempo en mi cabeza, quiero saber.
Cecilia Muriel
Afectada por Hidroituango (aguas abajo), municipio de Valdivia, corregimiento de Puerto Valdivia.
Asociación de Mineros y Pesqueros Artesanales de Puerto Valdivia (AMPA )
Asociación de Mujeres Defensoras del Agua y la Vida (AMARÚ)