Un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) para las víctimas y el campesinado de Colombia
La verdad de las víctimas, del campesinado y la población empobrecida está en disputa.
Las asimetrías de poder que impone el desconocimiento de otros saberes, distintos al académico, ponen en riesgo la verdad de la víctima, esa que surge genuinamente de la experiencia vivida y que es preponderante a la experiencia estudiada desde afuera o desde un escritorio.
En la ciudad de Medellín el pasado 6 de julio el Movimiento de personas afectadas por el proyecto Hidroituango en Antioquia participó en una reunión con el Comité de Escogencia en el marco de las consultas regionales para cumplir con su tarea de determinar quienes serán los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz, los miembros de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, y los otros altos cargos del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR).
Como población campesina sentimos que la manera como se conciben estos espacios limitan nuestra posibilidad expresarnos por la manera como se habla, porque no asisten otras personas campesinas, por la pretensión de neutralidad o imparcialidad que parece pretender obviar que la violencia no ha sido imparcial ni neutral. Se mencionó que las personas que deben ocupar esos cargos, deben ser estudiadas, cuando las mayores posibilidades de hallar la verdad en el marco del conflicto armado la tenemos las personas del campo que somos los que más hemos sufrido el rigor del conflicto armado. No todo fue fue ni ha sido conflicto armado, el Estado colombiano históricamente ha abordado todo tipo de conflictos sociales, ambientales, políticos y el armado no con el dialogo sino con la represión, la única forma que vemos para que haya paz es que el Estado decline en su insistencia de resolver con violencia los conflictos y las diferencias que surgen en nuestra sociedad, para nosotros esta es una verdad de la cual debe partir el SIVJRNR como principal garantía de No Repetición.
Sentimos que la verdad es necesaria para re-encausar nuestros proyectos de vida colapsados por un conflicto de intereses del que somos concebidos como “obstáculo” al pretender seguir siendo lo que somos y habitando y recreando nuestros territorios; sin embargo, sentimos que en este proceso de paz esos otros saberes y perspectivas están siendo discriminadas, poco se construye con quien ha sufrido el dolor de la guerra y poco se reconocen sus saberes. Lo que esta en riesgo es la vida campesina, sin una verdad construida por muchas voces y saberes pero en el que el juego de intereses no puede anular nuestra verdad como víctimas, como población campesina y empobrecida por el Estado colombiano.
Nos sorprende como comunidades campesinas, barequeras, pescadoras y arrieras, víctimas del conflicto armado y los megaproyectos, escuchar que para poder estar en estos cargos se deba tener experiencia en trabajo con víctimas y más de 15 años en desaparición forzada; nos preguntamos: ¿Acaso el ser víctima en sí mismo no es tener experiencia? o ¿tener un familiar desaparecido no es suficiente para tener la lucidez necesaria basada en el profundo sentimiento de dolor que puede ser aliviado con la Verdad y por ello se empecine más en encontrarla? Es necesario recordar a esta sociedad que somos nosotros a quienes les tocó vivir el contexto en el que se generaron muchos de los hechos violentos. Esta gesta histórica por hallar la verdad requiere de las emociones, los sentimientos y del conocimiento del territorio, no de una pretendida distancia que más beneficia a los poderosos y generadores de los múltiples conflictos que vive nuestro país.
El Movimiento Ríos Vivos Antioquia considera que la neutralidad e imparcialidad no contribuyen con este proceso de búsqueda de la verdad, los intereses no se pueden aislar o esconder, y cuando se hace con la pretensión de la voz académica y desconociendo otros saberes potencian injusticias; con estos condicionamientos la verdad de las víctimas pretende o tiene el riesgo de ser ocultada por intereses económicos, políticos, militares e incluso religiosos, intereses que se han beneficiado del conflicto armado para facilitarles la imposición de sus proyectos de muerte y despojo como en el caso de Hidroituango.
Genaro Graciano, campesino y vocero del Movimiento Ríos Vivos Antioquia en ese espacio, expresó la voz de cientos de víctimas y de personas afectadas: quien mejor que las organizaciones que estamos luchando desde hace años por la justicia para estar en esos altos cargos y defender con contundencia los intereses de las víctimas y los pobrecidos del país. Dejar esta tarea sólo en abogados y personas alejadas de la vida rural, del campo, no contribuye en sí al esclarecimiento de la verdad, las víctimas en este ejercicio deben ser las protagonistas.